Lamentación y súplica individual que expresa, confiadamente, el inocente en la oración.
La seguridad de una vida limpia:
Señor, hazme justicia,
pues mi vida no tiene tacha.
En ti, Señor confío firmemente;
examiname, ¡ponme a prueba!,
¡pon aprueba mis pensamientos y
mis sentimientos más profundos!
Yo tengo presente tu amor
y te he sido fiel;
jamás conviví con los mentirosos
ni me junté con los hipócritas.
Odio las reuniones de los
malvados; ¡jamás conviví
con los perversos!
Lavadas ya mis manos y limpias
de pecado, quiero, Señor,
acercarme a tu altar, y
entonar cantos de alabanza,
y proclamar tus maravillas.
Yo amo, Señor, el templo
donde vives, el lugar
donde reside tu gloria.
No me quites la vida junto con
los pecadores; no me hagas
correr la suerte de los asesinos,
de esos que tienen las manos
llenas de maldad y soborno.
Pero mi vida es intachable;
¡Sálvame, ten compasión de mí!
Mis pies están en terreno firme;
¡bendeciré al Señor en presencia
de su pueblo!
Da una orientación semejante a la que daban los profetas, acerca de las necesidades que tenían los pecadores.
Oración en que se pide
ayuda Divina:
Ten compasión de mí,
Dios mío ten compasión de mí,
pues en ti busco protección.
Quiero protegerme debajo de
tus alas hasta que el
peligro haya pasado.
Voy a clamar al Dios altísimo,
al Dios que en todo me ayuda.
El enviará desde el cielo
su amor y su verdad, y me
salvará de quienes con rabia
me persiguen.
Tendido estoy por el suelo,
entre leones que se comen a la
gente; sus dientes son como
lanzas y flechas, su lengua
es una espada afilada.
Dios mío, tú estás por encima
del cielo. ¡Tu gloria llena
toda la tierra.
Mis enemigos me pusieron una
trampa para doblegar mi ánimo;
hicieron un hoyo a mi paso,
pero ellos mismos calleron en él.
Mi corazón está dispuesto,
Dios mío, mi corazón está
dispuesto a cantarte himnos.
Despierta alma mía;
despierten, arpa y salterio;
¡Despertaré al nuevo día!
Te alabaré con himnos, Señor,
en medio de pueblos y naciones.
Pues tu amor es grande
hasta los cielos;
tu lealtad alcanza al cielo azul.
Dios mío, tú estas por encima
del cielo. ¡Tu gloria
llena toda la tierra!