Salmos dia Miércoles

Salmo 36

Es la súplica del perdón por las culpas, confiando en la misericordia de Dios, por la violencia de los calumniadores.

Maldad del hombre y bondad

de Dios:

La maldad habla al malvado

en lo íntimo de su corazón.

Jamás tiene él presente

que hay que temer a Dios.

Se cree tan digno de alabanzas,

que no encuentra odiosa su

maldad. Es malhablado

y mentiroso, perdió el buen

juicio, dejó de hacer el bien.

Acostado en su cama,

planea hacer lo malo;

tan aferrado está a su

mal camino que no quiere

renunciar a la maldad.



Pero tu amor, Señor

llega hasta el cielo;

tu fidelidad alcanza al cielo azul.

Tu justicia es como

las grandes montañas

tus decretos son como

el mar grande y profundo.

Tú, Señor cuidas de

hombres y animales.

¡Qué maravilloso es tu amor,

oh Dios! ¡Bajo tus alas

los hombres buscan protección!

Quedan completamente

satisfechos con la

abundante comida de tu casa;

tú les das de beber de un

río delicioso, porque en ti

está la fuente de la vida

y en tu luz podemos ver la luz.



Brinda siempre tu amor y

tu justicia a los que te conocen,

a los hombres honrados.

No dejes que me pisoteen

los orgullosos ni que

me zarandeen los malvados.

¡Vean cómo caen los

malhechores!

¡Caen para no volver a levantarse!