Salmo 12

Oración pidiendo la ayuda de Dios

Sálvanos, Señor, pues ya no.

hay creyentes fieles; ya no

hay hombres sinceros. Uno a

otros se mienten; hablan con

hipocresía y doble sentido.

Arranca, Señor de raíz

a los hipócritas y

fanfarrones, a los que dicen:

Con tener boca nos basta;

nuestra lengua nos defiende.

¿Quién se atreve a darnos

ordenes?


Esto ha dicho el Señor:

A los pobres y débiles se les

oprime y se les hace sufrir.

Por eso ahora voy a levantarme

y les daré la ayuda

que tanto anhelan.


Las promesas del Señor son

puras; ¡son como la plata más

pura, refinada en el horno

siete veces! Tú Señor nos

cuidarás; ¡siempre nos

protegerás de tales gentes!

Los malvados rondan por todos

lados y todo el mundo alaba

la maldad.