Ten compasión de mí,
Dios mío ten compasión de mí,
pues en ti busco protección.
Quiero protegerme debajo de
tus alas hasta que el
peligro haya pasado.
Voy a clamar al Dios altísimo,
al Dios que en todo me ayuda.
El enviará desde el cielo
su amor y su verdad, y me
salvará de quienes con rabia
me persiguen.
Tendido estoy por el suelo,
entre leones que se comen a la
gente; sus dientes son como
lanzas y flechas, su lengua
es una espada afilada.
Dios mío, tú estás por encima
del cielo. ¡Tu gloria llena
toda la tierra.
Mis enemigos me pusieron una
trampa para doblegar mi
ánimo; hicieron un hoyo
a mi paso, pero ellos
mismos calleron en él.
Mi corazón está dispuesto,
Dios mío, mi corazón está
dispuesto a cantarte himnos.
Despierta alma mía;
despierten, arpa y salterio;
¡Despertaré al nuevo día!
Te alabaré con himnos, Señor,
en medio de pueblos y
naciones. Pues tu amor
es grande hasta los cielos;
tu lealtad alcanza al cielo azul.
Dios mío, tú estas por encima
del cielo. ¡Tu gloria
llena toda la tierra!