¡Aleluya!
¡Alaben al Señor desde el Cielo! ¡Alaben al Señor desde lo alto! ¡Alábenlo ustedes, todos sus ángeles! ¡Alábenlo ustedes, ejércitos del cielo! ¡Alábenlo sol y luna! ¡Alábenlo ustedes, brillantes luceros! ¡Alábalo tú, altísimo cielo, y tú, agua que estás encima del cielo!
Alaben el nombre del Señor, pues él dio una orden y todo fue creado; él lo estableció todo para siempre, y dictó una ey que no puede ser violada.
¡Alaben al Señor desde la tierra, monstruos del mar, y mar profundo! ¡El rayo y el granizo, la nieve y la neblina! ¡El viento tempestuoso que cumple sus mandatos! ¡Los montes y las colinas! ¡Todos los cedros y los árboles frutales! ¡Los animales domésticos y los salvajes! ¡Las aves y los reptiles! ¡Los reyes del mundo y todos los pueblos! ¡Todos los jefes y gobernantes del mundo! ¡Hombres y mujeres, jóvenes y viejos!
¡Alaben todos el nombre del Señor, pues sólo su nombre es altísimo! ¡Su honor está por encima del cielo y de la tierra! ¡Él ha dado poder a su pueblo!
¡Alabanza de todos sus fieles, de los israelitas, su pueblo cercano!
¡Aleluya!